miércoles, 27 de mayo de 2009

Calma tensa.

Me estoy ahogando en este blanco mar de silencio,
necesito gritar para sentirme vivo.

¿es que nadie va a decir nada?

Ojalá fuese sordo, para no oír mi silencio.

Esta mañana he visto salir el Sol...
juraría que cada vez calienta menos.


Y la calma,
ah! como odio esa calma!
esa violenta calma que aplasta la voluntad,
Esa repugnante calma que lo mantiene todo en su lugar.


Anoche vi imágenes de una manifestación ,
en mi televisor,
Había gente destrozando Bancos
y quemando coches de policía,
emocionado me puse en pie y corrí hasta la calle
soñando con poder unirme a ellos
para gritar y destrozar esta maldita calma,
Pero la calle estaba vacía.

En calma.

Entendí que solo eran imágenes grabadas.
Violencia plastificada y etiquetada.
Violencia alejada y distante,
como extraños rituales folclóricos sin sentido.

La calma lo inunda todo.
La desesperación es solo el burbujeo agónico
que acompaña a la lenta asfixia
de nuestro auténtico ser.

Ojalá mi corazón latiera más fuerte
para marcar mi propio ritmo.

Y despertara mi voluntad
de este coma profundo.

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