Palabras de colores

¿Cuándo lograré que mis palabras

No pretendan decir nada?

¿Cuándo lograré dibujar mis ideas

Con palabras de colores?

¿Podrá algún día

la forma de estas palabras

Parecerse a lo que describen?

¿Pueden los garabatos de un niño

Ser algo por si mismos?

El pincel del poeta

No es otra cosa

Que un instrumento

de expresión artística.

Los colores y las formas

Dan nombre a las palabras.

¿Cuándo lograrán mis palabras

Colorear y dar forma a lo que nombran?

Tal vez algún día

Al terminar de escribir,

Contemple mis palabras sin juzgar

Y se me escape un

¡Qué bonito!

La extraña jaula

Eso que llamaba yo

fue abierto y desarmado

por una llave maestra, anterior a las puertas

y a las llaves,

que algún dios despreocupado

olvidó sobre la tierra.

Gracias a esa llave pude ver

cómo el yo

es en realidad un puñado de emociones y reacciones

que forjadas por el tiempo

y esculpidas por la repetición

se unieron entre si

formando una extraña malla.

Una malla en forma de jaula,

llamada personalidad.

La llave maestra abrió también esa extraña jaula,

dejando al descubierto

la esencia de mi individualidad.

Esperaba hallar al eterno testigo,

ese espíritu único e indivisible

que todos llevamos dentro.

Pero no había nada...

Ni tan solo un recuerdo,

en memoria a la soledad.

Preguntas

* Este poema debería leerse despacio, sin prisa, dejando que las preguntas pregunten.

¿De quién es tu opinión?

¿En que se basan tus criterios?

¿Son criterios propios?

¿Acaso naciste con ellos?

¿De quién es tu opinión?

¿De tus padres? ¿De tus amigos?

¿De alguien a quien respetas?

¿Acaso no la cogiste prestada?

¿Cuáles son tus criterios personales?

¿Algo tan sutil como, me gusta o no me gusta?

¿O es más elaborado?

¿Quizás alguna complicada recopilación de opiniones ajenas

puestas en orden de menor a mayor trascendencia?

¿De verdad crees que tu opinión es tuya?

¿Nunca te has sorprendido a ti mismo diciendo algo que oíste hace poco

en boca de otra persona?

¿Crees que citar las palabras de otra gente es opinar?

¿Qué crees tú que es la opinión?

¿Lo has pensado?

¿O simplemente esperas a leer lo que diga a continuación?

¿Está tu opinión separada de tus creencias?

¿Están tus creencias influenciadas por tú opinión?

¿Porqué intentas defender tu opinión?

¿O acaso son tus creencias?

¿Qué intentas defender?

¿A ti mismo?

¿Crees que tu opinión eres tú?

¿En qué te basas para creer eso?

¿No es tu opinión algo modificable?

¿Qué opinión tienes sobre ti?

¿Y en que basas esa opinión?

¿Cuando te preguntas algo, en que te basas para responderte?

¿En qué criterios fundamentas tus juicios?

¿Acaso tus respuestas son espontáneas?

¿Y si lo son, de quién son entonces?

¿De verdad crees que tus opiniones son tuyas?

¿Sientes apego por tus opiniones?

¿Las sientes de verdad como algo propio?

¿Como parte de ti mismo?

¿Y por qué sientes eso?

¿Acaso sin tus opiniones no eres tú mismo?

¿Y quién eres entonces?

¿Quién eres tú, sin tus opiniones?

¿Otra persona? ¿El vecino de al lado?

¿Basas tu personalidad en tus opiniones?

¿O es al revés?

¿Crees que tu personalidad es tuya?

¿Crees que eres tu personalidad?

¿Son los rasgos de tu carácter los que te definen?

¿O eres tú quién define tu carácter?

¿Quién lleva el control?

¿Quién piensa?

¿Quién elige?

¿Crees que eres tú?

¿Y quién eres tú?

¿Tu mente? ¿Tu cerebro? ¿Tu cuerpo? ¿Tu conciencia?

¿La totalidad de tus pensamientos y tus actos?

¿QUÉ OPINAS?

¿Crees que tienes respuestas a estas preguntas?

¿Respuestas propias?

¿Crees que tus opiniones son algo más que opiniones?

¿Algo parecido a la verdad? ¿A tu verdad?

¿Crees que la realidad es reducible a meras definiciones?

¿Qué esas definiciones son el mundo?

¿Y en qué te basas para creer eso?

¿O acaso crees que tu opinión es tuya?

Nuestros límites

¿Dónde termina mi cuerpo?

¿Dónde termina el interior

y comienza el exterior?

¿Dónde están los límites

que separan a mi cuerpo

del mundo?

Solamente hay un lugar,

donde existen límites,

fronteras y separación.

En mi mente.

Solo veo hasta donde alcanza mi vista...

Los límites de la realidad,

son tan solo los límites

de nuestra conciencia.

El orden está en todo

Cuando las vacas vuelen,

y los perros monten en bicicleta.

Cuando los gallos pongan huevos

y el dinero no valga nada.

Todo comenzará a estar en orden.

Cuando el agua no moje

y el fuego no caliente.

Cuando los monos hablen

y los hombres vivan en silencio.

Todo comenzará a estar en orden.

Cuando el día no siga a la noche,

y cara y cruz sean lo mismo.

Cuando todos los hombres sean iguales,

y nadie esté por encima de nadie.

Todo comenzará a estar en orden.

Cuando la tierra no sea mas,

un planeta que gira alrededor del sol.

Cuando el dolor y el odio

pierdan su significado,

y las armas dejen de existir.

Todo comenzará a estar en orden.

Cuando aprender y enseñar sea lo mismo,

y los hijos eduquen a sus padres.

Cuando Dios deje de ser solo una palabra,

y admiremos la belleza y la paz de todo

cuanto nos rodea.

Todo comenzará a estar en orden.

Cuando la historia sea solo un recuerdo,

y el mañana sea hoy.

Cuando el único tiempo sea ahora,

y el mañana sea hoy.

Todo comenzará a estar en orden.

Cuando el hombre piense con el corazón

y sienta con la cabeza.

Cuando la humanidad cese de interpretar

y olvide lo que ha aprendido,

recordará que la realidad es un sueño.

Y el orden volverá a estar en todo...

Boca cosida

El otro día soñé que descubría

el secreto de la felicidad.

Me sentí lleno de vida

y en paz conmigo mismo.

Mi principal deseo fue entonces,

contárselo a todo el mundo

y extender mi felicidad.

Pero al intentar explicar el secreto,

mis labios permanecieron sellados

no pude emitir sonido alguno.

Me sentí muy turbado,

asustado intenté gritar

con todas mis fuerzas.

Pero mi boca no se abrió,

y sentí un dolor agudo

al forzarlo.

Entonces vi mi reflejo

en un charco cercano,

y comprendí.

Era una broma cruel...

Alguien me había cosido la boca.

Presa del pánico empecé a parar

a los transeúntes para pedirles ayuda,

pero todos se apartaban de mi asustados.

Creyeron que yo era un loco peligroso.

Un loco a quién cosieron la boca

para impedir que extendiese su locura.

Ilustrado por María Arencibia

Nunca es tarde

Si estás esperando un milagro,

una revolución, o un líder

que lo solucione todo.

Sin duda eres un cobarde.

Si crees que las cosas

se arreglarán por si solas,

que con el tiempo todo mejorará

y lo único que debes hacer,

es esperar.

Sin duda eres un estúpido.

Hasta ahora te has mantenido apartado.

Has girado la cabeza

y has apartado la vista,

cada vez que el horror

se ha cruzado en tu camino.

Hasta ahora te has mantenido apartado,

Esperando que el horror no te alcance,

has buscado la seguridad entre los tuyos

dando la espalda a los problemas.

Pero dime,¿que harás cuando el horror

se adueñe de todo,

y mires donde mires

solo encuentres sufrimiento?

¿como apartarás la vista entonces?

¿Que harás cuando el terror

llame a tu puerta?

¿como te mantendrás apartado,

cuando el horror llegue hasta los tuyos

y te alcance?

Quizás ese día te sientas obligado

a hacer algo por mejorar el mundo.

Solo deseo que cuando ese día llegue,

recuerdes que nunca es demasiado tarde.

Mis certezas

No sé como funciona el universo.

No sé de donde vengo ni a donde voy.

No sé lo que es la vida.

Y desconozco quién soy.

Estas son mis certezas,

aunque a veces dudo de ellas.

El esqueleto reluciente

Cansado de si mismo,

se adentró en el bosque oscuro.

Buscaba una forma de perderse

y desaparecer.

Envuelto en tinieblas,

se quitó la piel

y arrancó la carne de sus huesos

para no ser más.

Pero una luna traidora

atravesó las tinieblas

con su luz delatora,

y descubrió su presencia.

Una voz sin sonido

surgida del silencio

retumbó en sus huesos.

¿Porqué maltratas tu cuerpo?

¿Porqué atentas contra tu forma?

El esqueleto reluciente

cayó de rodillas

y alzando una piedra en su mano,

se dispuso a romper sus huesos.

¡ No quiero ser más!- gritó

Y fue reduciéndose a polvo

hasta llegar finalmente a la mano

que sostenía la piedra...

El brillo de la luna

compadecido por tanto sufrimiento

aprovechó ese momento

e iluminó su alma

revelando la causa de su dolor.

La consciencia no es nuestra.

Reveló la luna.

La nada no tiene dueño.

No puedes dejar de ser,

Porque no eres.

Ilustrado por María Arencibia

La revolución silenciosa

Aunque parezca increíble,

existe una esperanza.

Creedme si os digo

que debajo de los podridos cimientos

que sustentan esta sociedad enferma

Algo se está gestando.

Aunque nuestros gobiernos sean mercenarios

contratados por empresas sin escrúpulos

para luchar en sus guerras económicas.

Aunque el hambre, el odio y la miseria

se extiendan por todo el planeta,

como un oscuro manto de desesperación.

Aunque la codicia, la ignorancia y la locura

nos hayan llevado a maltratar, envenenar y destruir

a nuestra madre naturaleza.

Aunque estemos hundidos en un pozo sin fondo

del que no logramos salir.

Existe lugar para la esperanza.

Porque algo, se está gestando.

Algo que lleva muchos años creciendo

y desarrollándose.

Algo inocente e inofensivo

en lo que pocos reparan.

Un movimiento invisible,

que habría que estar ciego

para no ver.

En todas partes, hay rastros,

señales de que existe.

En esa sonrisa, que te hizo pensar.

En ese extraño brillo, en los ojos de tu madre.

En las lágrimas de los niños, cuando lloran.

En las palabras de ese libro que no querías comprar.

En los pasos de la gente al avanzar.

Puedes sentirlo.

Es esa sensación,

esa especie de intuición,

ese saber que existe algo,

que da lugar a la esperanza.

Y la confianza en que ese algo, es Real.

Existe una revolución silenciosa

formada por cientos de miles de personas

en todo el mundo.

Una revolución tan sutil y bien estructurada,

que ni siquiera es percibida por aquellos

que la llevan a cabo.

Una revolución forjada en el Inconsciente,

sin mas líder que uno mismo.

Una revolución personal cuyo único objetivo

es volvernos mas humanos.

Miradas perdidas

Hay alguien en el espejo,

alguien que se mira a los ojos,

pero no se ve.

Es tan solo un reflejo que se observa.

Ojos mirándose a los ojos.

Un reflejo que observa su reflejo.

No hay nadie dentro del espejo.

Tan solo es un cristal vacío,

que observa las miradas.

¿Pero quién es el reflejo

y quién es el que observa?

¿A que lado del espejo

se encuentra la mirada?

Son sólo ojos que se miran a los ojos

y no ven más que el reflejo

de una mirada perdida,

buscándose a si misma.

El cantante envidioso

La vida es una canción sin sonido,

Nuestros actos son su letra.

La conciencia es el oído del alma

Y el silencio la música perfecta.

El ego solo es un cantante envidioso

que grita para no escuchar.

Esa extraña noche

Una extraña noche en que

las estrellas bailaban en el cielo

y los gallos cantaban para mi,

algo muy bello tuvo lugar.

En esa extraña noche

vi desde otros ojos

mi disfraz de persona,

y reconocí su rostro.

Lo observé al hablar y al moverse,

y supe quien era.

En esa extraña noche,

entendí porque llevaba años

perdido y desesperado,

como una ola sin océano,

como una estrella sin cielo.

Todo este tiempo creí que estaba solo.

Sin embargo esa noche

los ancestros de mis ancestros,

y los nietos de mis nietos,

se hicieron presentes a mi alrededor.

Y uno tras otro repitieron la misma pregunta:

¿De verdad crees que estas solo?

En esa extraña noche,

todo tenia sentido.

Por eso clavé las manos en mi pecho

y al son de los tambores,

me arranqué el corazón

para pintar de azul

las paredes de mi prisión,

y poder por fin

contemplar el cielo.

En esa extraña noche

la oscuridad se iluminó.

Y así, desnudo y vacío,

la amorosa y cálida luz

de un vivo amanecer,

vistió mi cuerpo

con paciencia.

Y llenó mi alma

con esperanza.

Miedo a la libertad

¿Son seguras, verdad?

Son seguras las paredes

tras las que vives...

Pero, ¿de quién te escondes?.

Porque en realidad te escondes.

¿te escondes del dolor?

¿te escondes del sufrimiento?

No, claro que no.

Ellos no te asustan,

te hacen sentir vivo.

Te regalan un enemigo al que poder culpar.

Te dan una razón para quejarte y odiar.

¿por qué vives tras esas paredes?

¿de quién te escondes?

¿del amor?, ¿de la felicidad?

No, ellas te asustan, pero no las rehuyes,

no te escondes de ellas.

Solo te asustan, porque te hacen salir

de esas paredes tras las que te escondes.

¿Por qué temes al exterior?

¿Por qué te encierras?

¿Por qué te escondes?

Conoces la respuesta.

Te da miedo la libertad.

Te da miedo ser, libre de ti mismo.

Te da miedo ser libre.

Por eso te escondes en una jaula.

Para no sentirte libre.

Pero la libertad esta contigo en esa jaula,

ella no se esconde.

Y aunque te de miedo mirarla,

ella está ahí, a tu lado.

Susurrándote:

¿Son seguras, verdad,

las paredes tras las que vives?

Ilustrado por María Arencibia

No cuentes los árboles

Si cuentas los árboles
uno a uno
¿dónde queda el bosque?

Si observas las piezas del puzzle,
una a una,
¿dónde queda el puzzle?

No rompas el todo en fragmentos.
No separes aquello que no esta separado.
No pongas límites a lo ilimitado.

No puede contemplarse
la belleza de una catedral,
observando una a una
las piedras que la conforman.

No puede percibirse
la grandeza del universo,
observando una a una
las estrellas que lo conforman.

No rompas el todo en fragmentos.
No arranques los cabellos a tu madre,
o dejarás de ver su cabellera.

La realidad no es ninguna idea.

Cuando aceptes que la vida
escapa a todo control,
la libertad te dará la bienvenida.

Dejemos de contar los árboles,
y adentrémonos de una vez
en el bosque.